Oda (Poema) a una botella

Ardor en las mejillas, No es este el primer trago, Hundido en barra y silla, Mientras me deshago, Pensando en esta vida, Llena de fariseos y sátrapas, Se acabó la algarabía, Esa de compartir bebida y sábanas, Sin pensar en nada más, Que en esas musas de burdel, Y de tener con que pagarlas, Hasta que me obnubilé, De más llené la copa, Lo sé, Aroma a güisqui en mi ropa, Rebosando mi boca, De palabras innocuas, Diríjome, a la mesonera, Me ignora, Verá delirio en mis ojos, ¿Verá vacío en mi copa? ¿Verá rellena mi alma? Soy ganado y como alfalfa, En este caso son grados, Que sin reparo, Consumo, Me hundo, Más en la barra, Arrojo unas monedas, Y no el arrojo que me falta, Doy por pagada la botella, Y vuelvo abrazando farolas. Rozando el coma etílico, Alcohol me hiciste mella, Pero como enamoras, De la botella.