La inspiración no llega sin más

Corazón de papel, Y en él, Versos amargos, Debido al descalabro, De ese amor infiel, Difícil no es querer, Sino llegar a ser querido, Por todos es sabido, y hay que saber leer, En un corazón herido, y más si es de papel, Y más si ya han escrito, Abrasivos versos para él...

Con los ojos dormidos, Me debato en el colchón, Maldita decisión, En ser o no productivo, y aquí estoy, Cual Cid campeador, Sin vida, atado a una silla, Buscando inspiración, Y menuda quimera, Es ser trabajador, Sin dinero en la chequera, Sin motivo ni razón, De abandonar ese colchón, Por el que mi mente desespera...

Me obcequé, En querer, por decreto, En ese amor absolutista, De excesos, En imponer que... No importa el tiempo, Ni el modo, ni el como, Que mejor con alguien, Que sólo. Y voló, ¿Y cómo no,iba a hacerlo? Si quise ser carcelero, De lo más sagrado, Y debido al desacato, De no respetar las normas, Encontré la horma de mi zapato.

Mañana anodina, Avanza lento el reloj, ¡Qué bajón!, Pensarías, Si asomado en una esquina, Vieras que no hay redención, Ni peor condena, Que ser peón, En la partida, Sin siquiera la contrapartida, De estar con caballo ganador, Y ese soy yo, Luchador embotado, Apesadumbrado, Sin alguna condecoración, Pese a hacer bien mi trabajo, Y es que pida, Ni que sea necesitada, Pero vaya, gustaría, Ni que fuese palmadita, O bueno, acepto guiño, Un poco de cariño, Pero cantan grillos… Mientras espero, Incansable este esclavo, Por ganar 4 chavos, Sin poner un solo, pero.

Lamento la demora, Laguna de escritor, Pero ya llegó la hora, De dar explicación, Musas que no llegaron, Y lo digo con dolor, Besos que no inspiran versos, Estar en oficina preso, Escaseo de inspiración… Y aquí estoy, Esperando un tren que no llega, Ya va siendo hora por hoy, Que, asqueado de mi jornada, Merezco la redención, De una almohada, Y una calada, De un amor, De mujer real, O imaginada.