Niña endiablada

No sabe que es crecer,
Ni madurar,
Tan sólo morder,
Picar,
Desgarrar corazones tiernos,
Venida ella del infierno,
De un caribe sin oportunidad,
Que cual arcilla,
La pudo moldear,
De manera que mancilla,
Con sólo llegar a tu vida,
Ya te puedes lamentar.


Niña,
No se puede confiar,
Lo tuyo es lastimar,
Nacida de la envidia,
Imposible de lidiar,
Con este monstruo que desquicia,
Y no sabe respetar,
Sin palabra sin honor,
Tan sólo busca calor,
En cama ajena,
Luego intenta darte pena,
Cuando nadie se la queda,
Y la empiezan a botar...

Y no escarmienta,
Dice que quiere amor,
Amor de varios,
Prefiere escarceo,
No sucumbe ante el escarnio,
De ser juguete del deseo,
Sin horario,
De cualquier varón que cruza,
Y la azuza,
A morder,
Mientras busca otra mujer,
Que de verdad valga la pena,

Y así está ella,
Como falsa moneda,
Que de mano en mano va,
Y ninguno se la queda,
Culpando al mundo,
De su desgracia,
Sabiendo que nada la sacia,
Y que no sabe querer,
Ni respetar a alguien que le vio un bien,
Que ya confirma no tener,
Y como otros...
Pongo en curso la moneda,
De cama en cama ajena...
A ver lo que tarda en volver...
A venir a darnos pena.

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