Diabla (Bruixa d'Horta)

Mi Diabla eres tú,
Porque preferiste otros labios a los míos,
Porque no olvidé la Luz,
Que irradiaban tus, ojos.

Porque todo me sabe a poco,
Y han pasado muchos años,
Pero aún me hace daño,
Que no me hayas escogido,

Y que no sea conmigo,
Con quien tú, quieras volar.
Olvidar, Dices que te olvido,
Ya que al no estar contigo,

He decidido probar,
Otras camas, otros besos y otros labios,
Pero no saben igual,
Los besos de una bruja,

Que los de cientos de princesas,
Y por ello me marchito,
Conviérteme en Sapo de un vez,
Hechicera del Amor,
O del más vil desamor,
Que me has causado,
Sé que me niegas,
Que se acabó,
Que ni sabes como es mi tez,
Pero yo, El moreno de tu piel,
No lo olvido, todavía.

Iría,
A tu castillo del Carmelo,
Templo de tu brujería,
Donde seguro tienes un muñeco,
Con mi pelo enroscado,
Para que pasen los años,
Y no me olvide de los besos que te hubiese dado,
Hace tanto, Que permanecen congelados en mi memoria.

Bruja de Horta,
¿Qué te aporta hacerme daño?
Si ya me has olvidado, dilo.
Libérame del hechizo,
Que has urdido,
O no me liberes,
Pero déjame quemarme en tu caldero,
Échame crudo...
Y haz otro conjuro,

Pero que este acabe bien...

Comentarios