No pude dársela

No pude darle la rosa,
No se dejó,
Ella tan ceñosa,
Que no cede en su empeño,

De tratarme a degüello,
Y no entender,
Que la quiero,
Más de lo que podré,

Jamás decir...
Que tras tanto tiempo,
Aún se cree que miento,
Y hoy, no podré dormir,

Pese a decirle Lo siento,
Se quiso ir,
De malas formas...
Al exilio, sin mi rosa...

Y mi corazón en coma,
A la espera de un By-pass coronario,
Que venza a este horario,
De broma... Que no nos deja en paz.

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