Pandemia

La peor pandemia, De este siglo,
Son las bohemias y los revolucionarios,
Ellos tan sabios, tan leídos,
Tan de izquierdas tan raídos,
Que con ahínco claman libertad,
Sin saber que la libertad está en el alma,
Y que la calma solo se alcanza,
Cuando te liberas de lo terrenal.

Son obreros, con teléfonos que valen un millón,
Con relumbrón defienden al pobre,
  Pero luego no comparten su i-phone,
Son tan nobles....
Que lo haga otro,
Me quedo absorto,
Tú tan dado al comunismo,
Y tan consumista,
Compras la camisa del ché,
En el corte inglés...
Y te crees las mentiras,
De igualdad con un plato en la mesa,
Un raya de cocaína y muchas cervezas....

Ahora toca hablar de la otra plaga,
Las bohemias,
Que se compran sombreros en Zara,
Y comparten parrafos en sus redes sociales,
Dejen que alabe sus curvas de infarto, 
No pueden ser terrenales,

Pero cómo...
En la misma foto que pones morros,
Colocas un verso,
De un poeta que no conoces,
Que el pobre inerto en su tumba,
Se derrumba al saber,
Que los me gustas,
De tus fotos,
No son por él,
Sino por tus senos.
Que sin ningún recelo muestras,
Y no es que te ofrezcas,
Es que te gusta sentirte deseada,
Con un halo de bohemia,
De rebajas...
¿Qué pasa?

Que es mejor que crean que leas,
Que hacerlo de veras,
En la soledad de tu cuarto,
Sin mostrarlo al mundo...
No ves que es más profundo impregnarte de un fragmento,
Sin estar antento de gustar a los demás...

Yo que no gusto a nadie, 
Y si alguien llegó a quererme antaño,
Fue mi madre,
Que me he rodeado,
De comunistas contables,
Y de un gremio de bohemias inefables,
Que aplauden,
Con las orejas lo que escribo,
A dios le pido,
Si que existe en ese Olimpo,
Entre las nubes,
En ese paraíso del vicio,
Llamado cielo,
Que me perdone...
Porque he pecado,
He pecado de saber el defecto del mundo,
Y no saber remediarlo.

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