A Regina

Este poema va a Regina, una profesora que cambió mi vida, cuando nadie confió en mi estaba en un abismo del que no podía salir... Ella dio la cara, me defendió y supo motivarme. Poca gente en tan poco tiempo mostró ese aprecio por mi, la verdad es que este poema se queda corto para todo lo que fuiste.

Gracias Regina

Recuerdo el  bamboleo de tu falda,

Tus ojos, tus labios, tus nalgas,

Allá de espaldas…

De cara a la pizarra,

No borro la imagen de tus gafas,

En mi clavadas, Eres una Hada,

Saliste de la nada,

Para salvarme del delirio,

De una bruja valenciana,

De la cual yo era diana,

Regina eres Kafkiana,

Diferente bondad emana,

Tu ser, te quiero volver a ver,

Tomar un café en el bar de enfrente,

El que te gusta el de siempre,

Estar delante de tu pelo de tus dientes,

De tu sonrisa,

Que la brisa meza tu falda,

Mi vida enguirnaldas,

Profesora substituta,

Quiero saber tu ruta…

Encontrarte verte,

Agradecerte,

Lo que hiciste,

Ya que nadie vio en mi lo que tu viste.

A Regina