Ulises tuvo que marchar, En busca de una odisea, Y tras volver de la empresa, Exhausto de tanto luchar, Cuál fue su sorpresa, Cuando al llegar, Vio su portal lleno de Rosas, De Barcos anclados, De besos que le robaron, A su futura esposa... Oh Penélope, Por qué te perdiste, En los pecados de la carne, Ni buenas noches me dabas, Siempre en el alambre, De lo no correspondido, Y eso que confié en ese supuesto Cupido, Qué me llevo a tu vera, Y cuál fue mi castigo, Que lo primero que me dijo al llegar, Fue que le recomendase un libro, Que no me supo esperar, Que a ver si podíamos quedar, Que era mujer ocupada... Y este Ulises Guerrero, Que hasta en la guerra la pensó, Siempre la veló, Y hasta con un presente en el macuto, Durante toda la travesía, Sufre la letanía, De esas palabras de cicuta, Cuál veneno ingeriste, Te cansaste de tejer, Ni una media ...